Concebido de forma muy alejada de los edificios tradicionales del Eixample, el edificio preexistente es resultado de una época en la que se priorizaba la rentabilidad económica, la optimización y máximo aprovechamiento del espacio y la simplicidad y coste constructivo, aunque ello sometiera las condiciones de confort y habitabilidad de los espacios.
En este proyecto, leemos estas dos épocas y buscamos los aspectos en los que confluyen; manteniendo e incluso enfatizando el orden y expresividad estructural del edificio preexistente pero a la vez recuperando algunos de los elementos que definen los edificios del Eixample tradicional como las galerías, elementos salientes y aberturas verticales.
En la concepción de las fachadas queremos expresar esa intención reconciliadora. Por un lado, como encontramos en los edificios tradicionales, ambas fachadas tienen su propio carácter; la fachada a calle, más sobria, y sometida a la estricta regulación de la normativa del Eixample utiliza contraventanas correderas de libreto para filtrar la luz y las miradas hacia los grandes balcones interiores que funcionan de espacio intermedio entre la dureza de la calle y el interior de la vivienda; la fachada al patio de manzana, con un carácter más doméstico, recupera las persianas tradicionales de madera en las galerías y el verde barcelonés.
Sin embargo, a pesar de este carácter diferenciado, las dos fachadas mantienen un modulaje común y muestran, de la forma más sincera, la estructura pétrea heredada que las compone, marcada por los cantos de pilares y forjados, que vertebran la fachada formando un patrón homogéneo de nichos cuyo acabado será más o menos opaco según el programa interior.
La volumetría y estructura existente, que se mantiene, la separamos en dos volúmenes, vaciando una gran franja central de medianera a medianera que conformará el núcleo vertical y dos grandes patios que permitirán la ventilación cruzada y aporte de luz natural en dos fachadas de todos los viviendas. Las dos últimas plantas del edificio se retroceden para disminuir la agresividad del edificio existente y favorecer la creación de terrazas.
El programa del edificio, de PB+9, consiste en 36 viviendas, distribuidas a partir de la primera planta, y un local con ventilación cruzada en planta baja haciendo frente a la calle Viladomat. Se distinguen hasta 5 tipologías de vivienda, todos ellos disfrutan de ventilación cruzada, con zonas húmedas agrupadas y perimetrales permitiendo que las zonas más vividas se desarrollen aprovechando la máxima amplitud de la fachada principal y entorno a las galerías interiores.